lunes, 24 de mayo de 2010

PRINCIPALES AVANCES DE LA BIOTECNOLOGÍA VEGETAL










  1. 1. Proyectos genoma de arroz (como modelo de monocotiledóneas) y de Arabidospis thaliana (modelo de dicotiledóneas). Se están obteniendo datos moleculares y genéticos sobre procesos básicos de las plantas. Por ejemplo, biología del desarrollo y diferenciación de órganos. Identificación de genes responsables de rasgos complejos, muchos de ellos de importancia agronómica.
  2. 2. Clonación (aislamiento) de genes, que luego servirán para hacer I.G., introduciéndolos en otras plantas.

    3. La mejora tradicional se ha basado (y lo seguirá haciendo) en la obtención, evaluación y selección de alelos valiosos. Lo que aporta la BT es, p. ej., marcadores moleculares que permiten rastrear la segregación de estos alelos de una forma más rápida, racional y efectiva, por lo que los programas de mejora tradicional se ven potenciados.

    4. Juegos de marcadores moleculares, repartidos por el genoma, y para los que se suele recurrir a la técnica de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR):

     RFLP
     RAPD (ADN polimórficos amplificados aleatoriamente)
     AFLP (polimorfismo de longitud de fragmentos amplificados)

Esto ya se está haciendo en muchas especies, incluso en leñosas (árboles). Conforme estos métodos se vayan automatizando, los programas serán más rápidos. Además, su uso está aportando datos evolutivos valiosos: p. ej., la mayor parte los genomas de cereales poseen sintenia (colinearidad de su organización genómica), con claros indicios de eventos de reordenaciones. Lo que se descubra en una especie (p. ej., arroz) podrá investigarse fácilmente en otra. Incluso puede que cuando se entienda mejor la base genético-evolutiva de las diferencias adaptativas de los diferentes cereales, se pueda hacer "evolución artificial", creando nuevas especies adaptadas a nuestros intereses.(IÁÑEZ PAREJA Enrique, Ingeniería Genética de Plantas. Universidad de Granada. 1997).

Experimentos a corto plazo y liberaciones a largo plazo

El proceso de evaluación de las plantas transgénicas suele ocurrir de la siguiente manera:

1. Una vez que se logra la introducción del gen extraño en la planta, se evalúa su función y estabilidad en el invernadero.

2. A continuación se realizan pequeños ensayos de campo sobre parcelas que totalizan de 50 a 500 metros cuadrados, que dependiendo de la naturaleza de la planta y de la modificación obtenida pueden requerir medidas de contención: separación física entre plantas sexualmente compatibles, uso de cultivos de barrera, eliminación de especies silvestres compatibles, etc.

3. Conforme avanza el proceso de evaluación, se hacen ensayos en varias localidades y distintos ambientes.

Este tipo de pruebas suministran información sobre la estabilidad y expresión del transgén en líneas concretas de plantas, pero no garantizan la obtención de datos completos sobre todos los posibles impactos cuando dichas plantas se cultiven ampliamente.

Hay algunos impactos potenciales que podrían verse afectados por el factor de la escala de la liberación:

transferencia génica a otras plantas por hibridación.
efectos en organismos no-diana beneficiosos.
interacciones génicas entre diferentes construcciones transgénicas.
interacciones entre transgenes y genes residentes en distintos ambientes.
cambios en la virulencia de plagas y patógenos en respuesta al uso de genes de resistencia.
invasividad de las transgénicas o de su progenie en hábitats silvestres.
persistencia de las transgénicas o de su progenie en hábitats agrícolas.

Para ver cómo cerramos el hueco entre impactos a corto y largo plazo o escala de las plantas transgénicas, debemos mirar lo que se sabe al respecto de las plantas tradicionales. Por lo pronto, la mayor parte de las especies naturales son sexualmente incompatibles con las cosechas, de modo que la posibilidad de transferencia génica se puede descartar en estos casos, si bien habrá que mirar hasta qué punto la extensión de la variación genética y ambiental puede afectar la situación de la incompatibilidad sexual. Por otro lado, si se sabe o se descubre que plantas domésticas convencionales forman híbridos con silvestres, se puede suponer fácilmente que lo mismo ocurrirá entre las transgénicas de la misma especie y sus parientes naturales.

Tømmerås y Hindar (1999) nos suministran un ejemplo concreto de las dificultades de evaluación a largo plazo con una especie de largo ciclo de vida, abundante en estado natural o seminatural: el picea (Picea abies). Su estudio sobre este árbol tan prevalente en el Norte de Europa indica que diversos factores nos deben hacer muy cautos a la hora de lanzarnos a implantar sus variantes transgénicas: abundancia de árboles silvestres, capacidad de hibridación, capacidad de propagación, importancia en el ecosistema, dificultad de simulaciones teóricas, etc.

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